Sí, todos conocemos a alguien que aprobó sin estudiar nada. Pero lo más frecuente es el caso contrario, es decir, suspender el examen test porque no sabes como afrontarlo. Aquí te dejamos algunas claves para afrontar un examen tipo test de oposiciones.

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Leer muy bien las instrucciones del examen. Se nos aclaran aspectos relevantes de la prueba: tiempo, cómo puntúan los aciertos y los errores, qué ocurre con las respuestas en blanco… En el caso de los exámenes del Servicio Andaluz de Salud, esta información la tendremos en la convocatoria, es oportuno leerla antes de la prueba.
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Si el examen es tipo test, haz muchos test. Eso significa dedicar mucho tiempo de prepara cuadrículas en folios, libros, lápiz, … O puedes practicar con nuestra App donde podrás realizar un cuestionario test en apenas 5 minutos, desde tu móvil y desde cualquier lugar. Así ahorrarás tiempo.
Te recomiendo hacer exámenes de prueba, en los cuales determines un tiempo para su realización similar al del examen real, de esta manera podrás practicar e ir mejorando el tiempo que te tome efectuarlo, así evitarás sentir nervios en el momento del examen, ya que tendrás la certeza que no te faltará tiempo para resolverlo.
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Hay que leer muy bien el enunciado de la pregunta y sus posibles respuestas. Muchos opositores han errado en conceptos que conocían bien por una lectura deficiente. Leer comprendiendo sin correr pero sin ir demasiado lento solo se consigue de una forma: practicando mucho.
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Realiza una primera vuelta respondiendo a las preguntas que dominas con seguridad, si estamos seguros marcamos y pasamos a otra, ahorraremos tiempo. Recuerda administrar tu tiempo al máximo, es importante responder las preguntas sencillas al inicio, para dejar mayor tiempo para las preguntas de mayor dificultad
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Presta atención a los detalles más insignificantes. A veces fechas erróneas, respuestas demasiado obvias, no concordar el plural o singular del enunciado con el de la respuesta,… Nos pueden ayudar.
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Si te suenan como correctas más de una respuesta, es porque lo son, este tipo de preguntas suele ir con una opción «Todas las respuestas son correctas». (Pero recuerda, nada es seguro en un examen tipo test).
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La respuesta más larga suele ser la correcta. Aunque no es una norma fija, pero el examinador no se tomará tantas molestias para una respuesta incorrecta (aunque desde que se inventó el «copia y pega» todo es más fácil para redactar un examen, así que cuidado).
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Cuidado con las respuestas, «siempre», «nunca», «en ningún caso», «en la mayoría de los casos», ese tipo de respuestas no suelen ser correctas porque tiene un carácter absoluto, es decir, desechan por completo las otras tres respuestas.
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Debemos tener claro el tiempo de que disponemos.
153 preguntas (3 de ellas de reserva pero que es conveniente responder porque se suelen anular algunas de las anteriores).
En el último examen del SAS, la duración del examen fue de 3 horas, 180 minutos para 153 preguntas, a penas un minuto y diez segundos para leer enunciado, posibles respuestas y decidirnos por la correcta.
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Hablamos de 180 minutos de examen, se nos convoca una hora antes para el «llamamiento». Lleva más de un bolígrafo (siempre azul), una botellita de agua, algún caramelo (no te pases) y reloj de pulsera para controlar el tiempo (a veces hay aulas sin reloj o con el reloj averiado). Por supuesto no puedes tener el móvil encima de la mesa, y nuestro consejo es: apaga el móvil, no lo pongas en silencio. Si suena (aunque sea una alarma) tu examen se habrá acabado.
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Intenta responder las preguntas sin mirar las opciones, de esta forma las opciones incorrectas no te generarán ningún tipo de confusión. Si por el contrario, deseas verlas, observa cada una detenidamente, ya que lo más seguro es que algunas sean muy similares.
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Arriesgarnos en ocasiones nos permite conseguir buenos resultados, pero deberíamos hacerlo cuando entre las 4 posibles respuestas dudemos entre 2, o cuando las respuestas contestadas con seguridad no sean suficientes para superar el aprobado.